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BOLETÍN #1
Septiembre/ Octubre 2020
Ahora que las autoridades locales han relajado las medidas sanitarias en torno al COVID-19, muchas empresas empiezan a mover sus recursos, económicos y humanos. En general, el área de la empresa que más atención recibe es la de ventas. Pero, es aconsejable simplemente asegurar que todos los vendedores tengan el plan de ventas y enviarlos a que “se luzcan” en sus videoconferencias? Es bueno, aplicar “más de lo mismo”?
Tal vez, sería mejor agendar un tiempo y hacer una revisión de procesos en el área de ventas. Con el tiempo, puede ser que dicha área haya crecido y adquirido costumbres y prácticas que restan el potencial de los esfuerzos de su equipo de ventas.
Una empresa local comercializadora de lubricantes dentro de nuestro país optó por contratar una evaluación de sus procesos en el área de ventas pocos meses antes de la pandemia. A continuación, resumimos algunos de los hallazgos, comentarios y recomendaciones al respecto:
Los vendedores tienen dificultades al usar sus dispositivos inteligentes durante el día. Comentario: Los vendedores tienen problemas con la señal de internet y su software de ventas lento. Recommendación: Contratar mejores planes de internet y revisar el contrato de software para posibles nuevos desarrollos.
Los vendedores deben efectuar los depósitos diariamente. Comentario: Los vendedores pasan horas buscando bancos y esperando en filas para dar cumplimiento a este requisito. Recomendación: Usar a una persona de mensajería para efectuar los depósitos, para librar al personal de venta para buscar más ventas. Dar diferentes precios a quienes usan el internet para hacer y pagar pedidos.
El área de producción elabora el presupuesto de ventas del año. Comentario: El nivel de producción lo determina una sola área. Recommendation: El jefe de ventas debería participar en la planificación anual y dar su criterio respecto de lo que los clientes están comprando, etc. También debería darse una revisión periódica a las cifras de volumen, montos, calidad, etc.
La recepcionista general recibe los informes de visitas de los vendedores, para su recopilación de visitas y llamadas de seguimiento. Comentario: Esta información llega a un área que no participa en el proceso de ventas. Recomendación: Esta información debería ser manejada por alguien dentro del área de ventas.
Como se puede apreciar, una revisión de procesos trajo a la luz situaciones que disminuían o impedían un mejor y eficiente uso de los recursos humanos de la empresa. Ya sea porque la información la recibe alguien fuera del área de ventas, pasando por el tiempo perdido ante un cliente con conexiones lentas al tomar pedidos, o requerir a vendedores tareas que otro recurso podría efectuar, existió espacio para repensar y re direccionar los procesos del área de ventas.
Por el COVID-19, la necesidad de vender es real, aún urgente, para las empresas hoy en día. No obstante, el tiempo que tome la gerencia para evaluar sus procesos y preguntar por qué los hacemos, cómo podemos mejorarlos, entre otras preguntas, será bien invertido.
El Ecuador firmó convenio a mediados de 2016 para ampliar las rutas aéreas con Canadá. Nuestro país continúa recibiendo cada año un número récord de ciudadanos canadienses que visitan el país por turismo y como destino de jubilación. Ya en el año 2015, el comercio entre Canadá y el Ecuador superó los 500 millones de dólares estadounidenses, representando un movimiento comercial de 672.000 toneladas métricas de carga (www.canada.embajada.gob.ec). Hay 14.000 ecuatorianos que viven en Canadá y 2.000 canadienses que viven en Ecuador.
El World Factbook/CIA informa que en 2017 Canadá alcanzó un PIB de1,7 trillones USD (Note: la moneda de Canadá es el dólar canadiense). Su PIB per cápita sobrepasa los USD48 mil. Los sectores principales de su PIB son servicios e industria, con el 71% y 28%, respectivamente.
Por otro lado, el Banco Central de Ecuador (BCE) informa que el año pasado, las principales exportaciones nuestras hacia el Canadá fueron rosas cortadas, cacao en grano, camarones y palmitos en conserva, entre otros. Desde Canadá al Ecuador, el principal bien importado es el trigo, cerca de USD200 millones para el mismo periodo.
Por Jenny Guerrero, Psicóloga Industrial
Antes de abordar la Ley Orgánica de Apoyo Humanitaria (La ley), se debe mencionar lo trascendental que es para las empresas planificar cómo responder a las necesidades de su personal durante el desafío que se está desarrollando por el COVID-19, por lo cual es importante pensar sobre esto en tres dimensiones profundamente conectadas a su empresa:
El Trabajo: Los planes de la empresa para enfrentar esta pandemia deben garantizar e incluir al trabajo como aspecto primordial; así, los mismos tienen que ser actualizados y adecuados para su propósito, determinar los desencadenantes significativos de activación y desactivación de la organización, revisar los procedimientos de continuidad para comprender mejor a su personal crítico, funciones y centros operativos, confirmar roles críticos y planes de contingencia, preparar planes a corto y largo plazo para operar la empresa, tanto para responsabilidades en la toma de decisiones, como para líneas de escalamiento de aprobación de decisiones urgentes, planes de sucesión temporal para puestos ejecutivos claves y roles críticos en su negocio, realizar políticas, salvaguardias y capacitación, todos deben estar funcionando para permitir una amplia implementación de teletrabajo. Para trabajo presencial, evaluar qué salvaguardias se pueden poner en marcha, como protocolos de limpieza revisados o equipos de protección personal, evaluar el trabajo real de su empresa y cómo podría cambiarse. Actualmente, muchas empresas están cambiando las reuniones cara a cara a teleconferencias para reducir el riesgo de transmisión de virus.
El lugar de trabajo: Las empresas deben garantizar la seguridad de los entornos de trabajo mediante la limpieza y desinfección exhaustiva de los lugares de trabajo. Se deben proporcionar directrices claras con respecto a la forma en que los empleados puedan hablar sobre la empresa y los impactos del COVID-19.
La Fuerza Laboral: la fuerza laboral no corresponde solo a los empleados también aquí están involucrados los proveedores y todos los contribuyentes críticos de su negocio por lo que se debe asegurar de que están incluidos en sus planes para mantener a toda su fuerza de trabajo segura. La manera de actuar de los empleadores durante los momentos críticos deja una marca perdurable en la cultura corporativa, la proactividad y consistencia en los mensajes, y (sus) comportamientos a medida que la situación evoluciona es primordial. El personal está buscando dirección y confianza, por lo que se hace necesario revisar la salud ocupacional y seguridad en el trabajo. Su empresa debe fortalecer la educación en seguridad, establecer las directrices de autoprotección, y aumentar la concientización sobre la prevención de riesgos de contagio en el lugar de trabajo. Su fuerza laboral actual puede ser interrumpida temporalmente, y usted tendrá que decidir cómo manejar esto por lo que (debe) consciente de la posibilidad de activar las disposiciones indicadas en la Ley Humanitaria; se deben preparar planes para la interrupción del lugar de trabajo y su reactivación.
Como anticipamos, los tres puntos antes resaltados se basan en la ley de trabajo, esto es, la Ley Orgánica de Apoyo Humanitaria para Combatir la Crisis Sanitaria Derivada del COVID 19. (La ley también cubre temas no laborales).
Emitida en junio, 2020, la nueva ley contiene acuerdos de preservación de fuentes de trabajo, contrato especial emergente, seguro de desempleo, reducción emergente de la jornada de trabajo, teletrabajo, disposición interpretativa referente a la aplicación del art. 169 numeral 6 del código de trabajo, terminación de contratos por caso fortuito o fuerza mayor, entre otras disposiciones.
La nueva ley permite a empleadores cambiar ciertas condiciones de la jornada de trabajo a su plantilla de trabajos ya existente, por razón de fuerza mayor o caso fortuito. Empleadores y trabajadores podrán modificar las condiciones económicas de la relación laboral. La jornada de trabajo podrá ser reducida hasta el 50% del horario y hasta el 45% de la remuneración, antes de la crisis.
Como es práctica establecida localmente, el aporte al Instituto Ecuatoriano de Seguro Social (IESS) se mantiene, pero en base a la nueva condición acordada. Otra práctica que se mantiene es notificar del nuevo contrato (vía online) al Ministerio de Trabajo. Qué vigencia puede tener este nuevo contrato? Un año, periodo renovable por otro con la misma duración, por una sola oportunidad. Qué indemnización aplica por despido, bajo este nuevo contrato? La base para la indemnización se calculará con la remuneración vigente antes del nuevo contrato pactado.
Respecto del teletrabajo, la nueva ley reconoce que para “trabajar”, no requiere que el trabajador esté físicamente en un sitio (puesto) de trabajo. Esta definición rompe con conceptos que antes tenían que cumplirse para que la actividad laboral sea remunerada y sujeta a aportaciones al IESS. Palabras como “ocasionales”, “parciales”, “móviles” y “autónomos” han sido incorporadas con la nueva ley para explicar de alguna manera la naturaleza de este “nuevo tipo” de trabajo.
La nueva ley también adiciona un “nuevo” tipo de contrato, el contrato especial emergente. Este documento legal se permite para ayudar a los procesos de producción y generación de ingresos, ampliaciones o extensiones del negocio, modificación del giro de negocio, incremento en la oferta de bienes y servicios, por parte de personas naturales o jurídicas, ya sean nuevas o existentes. Permite jornadas parciales o completas, con descansos permitidos durante la semana, esto es, no los sábados y domingos, que tradicionalmente se estipulaba. El descanso semanal será de al menos 24 horas consecutivas. La jornada laboral podrá tener una duración entre 20 a 40 horas semanales, repartidas en hasta 6 días, nunca superando 8 horas en el día. La remuneración y beneficios de la ley del seguro social serán proporcionales a la jornada pactada. Este tipo de contrato durará por 1 año, renovable otro periodo similar, después del cual la relación laboral se torna permanente.
El COVID-19 desafía fundamentalmente las estrategia empresariales y esquemas de trabajo; por otra parte, la nueva ley marca nuevas oportunidades y retos para las empresas en reclutar, coordinar y gerenciar su talento humano, bajo la nueva realidad económica del país. Estas oportunidades y retos cambiarán mucho la documentación, reglamentos y manuales existentes en las empresas, entre otros aspectos. Podemos ayudar a elaborar planes de contingencia, manuales de procesos, de funciones, reglamentos internos de trabajo, de seguridad y salud ocupacional; desde cero, o bien, traer nuestra experiencia y óptica para comentar y actualizar aquel ya vigente.
Ing. Jenny Guerrero es parte del equipo de Alfa Strategy Partners. Jenny ha trabajado ayudando a empresas a definir puestos de trabajo y procesos de una variedad de áreas, entre otros. Jenny tiene amplia experiencia en la elaboración de manuales y documentación relacionada con el empleo para cumplir con los requisitos de los organismos del gobierno local. Jenny ha trabajado en el sector privado para empresas medianas y pequeñas en las áreas de recursos humanos, administración, cobranzas y contabilidad.